Desde el inicio de mi carrera entendí que la ingeniería hidráulica va mucho más allá de cálculos y diseños. Se trata de comprender cada sistema, de optimizar el uso del agua y de desarrollar soluciones que hagan más eficiente y sostenible la gestión de los recursos hídricos. El riego es el vínculo entre la ingeniería y la agricultura, la clave para garantizar la productividad sin comprometer el equilibrio natural. Mi compromiso es absoluto: analizo, diseño y adapto cada sistema para que sea preciso, eficiente y útil para quienes confían en mi trabajo.
Porque gestionar el agua en la agricultura no es solo un reto técnico, es una responsabilidad con el presente y el futuro.